Los hombres, como las mujeres, tienen sus miedos. Las mujeres tienen miedo de perder su belleza y volverse poco atractivas, y los hombres tienen miedo de sentir su fracaso masculino. Cuando a un hombre se le diagnostica prostatitis, inmediatamente siente pánico y miedo de perder su poder masculino y, a veces, sería útil que un hombre visitara a un psicólogo junto con un urólogo.
La prostatitis es una enfermedad inflamatoria de la glándula prostática (próstata). Este órgano, de forma y tamaño similar a una castaña, se encuentra directamente debajo de la vejiga y produce líquido seminal, que interviene en la transferencia de los espermatozoides. Pero todo el problema es que el mismo órgano (uretra) realiza dos funciones a la vez, tanto como uretra como conductora del líquido seminal. Con la inflamación de la próstata, ambas funciones comienzan a sufrir, esta es la complejidad del desarrollo y tratamiento de la prostatitis. Para las mujeres, en este sentido, todo es mucho más sencillo, ya que estas funciones están separadas para ellas.
Signos de prostatitis
El Instituto Nacional Americano de Salud divide la prostatitis en cuatro categorías:
- prostatitis bacteriana aguda
- prostatitis crónica
- prostatitis abacteriana
- prostatitis asintomática
Los síntomas y signos de la prostatitis difieren según la categoría.
La prostatitis bacteriana aguda es aguda y tiene los siguientes síntomas:
- síntomas similares a la gripe
- escalofríos y fiebre
- dolor en la ingle, la espalda baja y la próstata
- necesidad frecuente de orinar
- dolor al orinar y sangre en la orina
- eyaculación dolorosa
Con estos signos, debe llamar a una ambulancia o consultar inmediatamente a un médico.
La prostatitis bacteriana crónica no se desarrolla de forma tan aguda como el primer tipo de prostatitis. Los síntomas se desarrollan más gradualmente, el curso de la enfermedad ocurre en oleadas, es decir, los períodos de calma se reemplazan por la exacerbación.
Síntomas de la prostatitis crónica:
- ardor y dolor al orinar
- ganas frecuentes de orinar, especialmente por la noche
- dolor en la pelvis, la espalda baja y los genitales
- cistitis recurrente
La prostatitis abacteriana crónica es muy similar en síntomas a la prostatitis bacteriana, pero en su mayor parte, procede sin fiebre ni exacerbaciones agudas. Es posible distinguir la prostatitis bacteriana de la abacteriana solo mediante la realización de pruebas especiales de laboratorio.
Los síntomas y signos de la prostatitis son similares a los de muchas otras enfermedades.
Causas de la prostatitis
La causa principal de la prostatitis es una bacteria que se encuentra en el intestino grueso. La infección comienza a desarrollarse directamente en la próstata, pero a veces también sucede que ingresa a la próstata desde la vejiga o la uretra. La prostatitis bacteriana crónica puede desarrollarse después de la prostatitis aguda, o puede aparecer debido a infecciones de otros órganos que podrían servir como fuente de infección.
Las causas de la prostatitis abacteriana crónica no se comprenden completamente, por el momento se han propuesto varias causas y teorías sobre la aparición de esta enfermedad:
- levantar objetos pesados puede provocar enfermedades si los pesos se levantan cuando la vejiga está llena, como resultado de lo cual la orina puede arrojarse a la próstata, causando así una enfermedad inflamatoria;
- el espasmo de los músculos pélvicos o los trastornos anatómicos del tracto genitourinario también pueden provocar inflamación;
- la cistitis intersticial, que, a pesar de ser mayoritariamente una enfermedad femenina, también puede presentarse en hombres;
Estos son los principales síntomas, signos y causas de la prostatitis. La prostatitis no es una enfermedad de contacto y no se transmite sexualmente.
Cómo curar la prostatitis
El tratamiento en este caso solo puede ser prescrito por un médico después de hacer un diagnóstico. No escuche los consejos de amigos que se ofrecen a probar los medios por los cuales fueron curados. Los medicamentos para la prostatitis se prescriben individualmente. Con la prostatitis de la primera y segunda categoría, se usan antibióticos, se prescriben fisioterapia, baños y masajes. A veces, aunque en casos raros, puede ser necesaria una cirugía.
Para que la prostatitis no entre en su vida, debe llevar un estilo de vida correcto y saludable, y además, una vida sexual regular (sin olvidar los medios de protección y protección). El consumo de café, cigarrillos y alimentos picantes debe reducirse al mínimo. Además, debe beber mucha agua, sin olvidar vaciar la vejiga regularmente y a tiempo. Cualquier enfermedad es más fácil de prevenir que de tratar.